Hoy, día del estudiante, propongo una reflexión y una acción en relación con la cargadísima atmósfera electoral que vivimos en Colombia.
Como siempre, trato de no repetir comentarios que ya abundan en las redes y de no perder mi centro de gravedad: ser profesor, porque la docencia asumida respetuosamente nos exige intentar no dejarnos asumir como invisibles para la sociedad ni como subordinados al poder.
Si saben de personas que puedan obtener algún provecho de esta lectura, les agradezco que no duden en divulgarla.